Si te casas conmigo, podrás ir a cualquier parte. Ya sea que tengas que cruzar el océano o surcar el cielo. A cualquier parte.
“…….”
“Porque soy un hombre que puede hacer eso”.
La humilde princesa Catalina.
Para ella, que llevaba 25 años encerrada en un castillo, era una oferta extremadamente atractiva.
Su prometido es el hermano mayor del Emperador, el Archiduque Deimos Pendragon.
Tras un lento susurro, algo se escapó de mis dedos. El anillo de diamantes en su mano izquierda brillaba con una luz espléndida.
“¿No vas a matarme?”
“Estoy enamorado de ti desde hace mucho tiempo.”
La mirada de un depredador que finalmente ha capturado a su presa. Esto no fue una propuesta.
Fue una orden unilateral la de convertirse en su esposa.
Te haré más amada que cualquier mujer bajo el cielo. Catherine Caliburn.
Catherine se dio cuenta de esto con una sonrisa yo-yo.
El hecho de que sus planes de romper el compromiso se arruinaran por completo.
“Así que nunca pienses en huir de mí”.
Porque debes morir en mis manos.