Junhyuk, cuya única alegría y felicidad en la vida era cocinar y comer, de repente comienza a notar que algo anda mal con su sentido del gusto. Ya no puede percibir los sabores correctamente, lo que lo sume en la desesperación.
Era su único placer en la vida, y ahora, sin una causa aparente, se ha desvanecido. Mientras se encuentra abatido, su compañero de trabajo, Jihun, le susurra al oído:
"Esa lengua... Yo sé cómo arreglarla."