Después de matar a su propio marido, tres años más tarde, en el último día de luto, lo encontró de pie frente a ella y le preguntó…
—¡No recuerdo haber muerto, mi señora! ¿Por qué llevas luto?
Por favor, introduzca su nombre de usuario o dirección de correo electrónico. Recibirá un enlace para crear una nueva contraseña por correo electrónico.