La rutina de Kwon Jiwook da un vuelco cuando conoce a Park Juyeon, un misterioso novato de dulce apariencia. Intrigado, Jiwook intenta acercarse, pero recibe una respuesta fría y despectiva. Decidido a darle una lección, no imagina lo que está por venir.
Al día siguiente, Jiwook despierta en un lugar desconocido, cubierto de fluidos ajenos y atrapado en una situación humillante.
"Todos sois iguales... tan fáciles de manipular..."
Jiwook, antes temido y dominante, cae ante el encanto oscuro de Juyeon, sin sospechar que ha entrado en un juego retorcido del que tal vez no pueda escapar.