Pensé que era una de esas películas de suspenso de tercera categoría que empiezan con “Abrí los ojos y vi un techo desconocido”.
Pero no, ni siquiera llegaba a eso. Era una película porno ilegal y barata.
Una copa de licor gratis fue el inicio de todo.
Cuando volvió en sí, se encontraba en un ring de peleas ilegales, usado para apuestas clandestinas.
Pero para Yoon Hwa Kyung, incluso un secuestro no era algo particularmente fuera de lo común.
Un omega con habilidades físicas excepcionales,
y un "recadero" capaz de hacer cualquier trabajo sucio sin pestañear.
A pesar de las miradas lascivas de la multitud, sin inmutarse,
Hwa Kyung derribó al campeón anterior en un instante y se convirtió en el nuevo campeón.
Ya que estaba allí, decidió quedarse un tiempo más.
Hasta que, un día, recibió un inesperado encargo del niño que lo había estado cuidando.
Parecía un caso sencillo, pero cuanto más investigaba, más piezas extrañas comenzaban a encajar.
En el centro de todo, una palabra enigmática: “Plataforma”,
y una tarjeta de presentación sin número de contacto, con un solo nombre: Kwon Shin Woo.
Una voz suave, una mirada helada.
Un alfa que exuda amenaza y seducción a partes iguales, como un escalofrío recorriendo la columna.
Si van hacia el mismo objetivo,
tal vez... sea mejor ser socios que enemigos.