Un día, de repente, me convertí en el protagonista de un juego.
Sin embargo, cuanto más mires a este protagonista... más suspirarás.
Tiene las peores estadísticas, el peor talento y cero conexiones.
Pero aún así…
Has adquirido [Físico Marcial Celestial].
Te has convertido en el maestro del [Tomo del Dios Marcial].
¿Y qué? ¡Soy el jugador veterano definitivo!
Él no es sólo un jugador veterano: es un completo maníaco obsesivo.
¡Así comienza la legendaria partida de un veterano