Para ganar dinero para su madre enferma, Meyer (19) viaja lejos de su casa para trabajar en la casa de los Reinhardt, donde conoce a Rupard Noah, el amo de la casa... En su primer día, Rupard anunció a Meyer como su amante para rechazar las propuestas de compromiso político que trajo su madrastra. Más tarde, Rupard le pidió a Meyer que fingiera ser su amante, a lo que accedió y, mientras los dos pasan tiempo juntos, Meyer comienza a darse cuenta de la soledad en el corazón de Rupard... mientras que este último comienza a quedar prendado de la sonrisa de Meyer.