Tras pasar una noche que pareció un accidente con Chase Miller, la estrella más grande de Hollywood y el "perro rabioso" de la familia Miller, nació un niño. Joshua, quien criaba solo al niño, se ve obligado a trabajar nuevamente como guardaespaldas de Chase para pagar las facturas del hospital de su madre, que repentinamente cayó enferma. Aliviado momentáneamente porque Chase no recuerda a Joshua, cada vez que ve a este hombre de rostro hermoso pero carácter desastroso, su corazón late con fuerza y no puede evitar seguir tropezando con él... "Solo tengo que aguantar seis meses más." "Bajo las órdenes de ese loco, Chase Miller."