⚠️ Advertencia: Esta obra contiene relaciones coercitivas, un lenguaje extremadamente vulgar y escenas explícitas que pueden resultar perturbadoras o no aptas para todos los lectores. Edwin y Leira habían crecido juntos como amigos de la infancia. Sin embargo, al llegar a la adultez, su relación comenzó a transformarse. «Enséñame a masturbarme». Conmovido por la mirada suplicante de Edwin —tan dócil como la de un cachorro—, Leira accedió a regañadientes. Lo que empezó como un favor incómodo pronto se volvió un hábito, hasta que Leira terminó por rendirse al placer sucio y adictivo que Edwin le ofrecía. Pero un día, Leira descubrió un monstruo de ojos verdes en el baño de Edwin… —Leira, no pienses. No lo necesitas. Como siempre, soy yo el único capaz de desgarrarte por dentro y llenarte hasta que tu cuerpo no pueda más. Nada ha cambiado…